Jesús fue enviado por el Padre desde el cielo a la tierra, y siempre tuvo conciencia de esta importante relación refiriéndose continuamente a ella. En el evangelio de Juan por lo menos cuarenta veces se pueden encontrar expresiones tales como «el que me envió», «la voluntad del que me envió», «el Padre que me envió», etcétera. Esta expresión era la credencial que Él continuamente exhibía: la justificación y el respaldo de todo lo que hacía. Y en el aposento alto, en su magnífica oración sacerdotal
Page 98